LA CHINCHETA DEL DOMINGO. Organícense…

La consejería de Derechos Sociales de Noemí Santana (consejera) y Gemma Martínez (viceconsejera), ambas dos de Podemos, es como el Titanic, muy cerca del iceberg, con maquinaria a todo vapor marcha atrás, y con las cuadernas crujiendo. Ingreso Canario de Emergencia, Ingreso Mínimo Vital, Prestación Canaria de Inserción, Ayuda Familiar... etc. y ahora en octubre una más, La Renta Canaria de Ciudadanía.

Nombres y más nombres, supuestos éxitos de gestión a golpe de titular de prensa, sin orden, ni organización. Ayudas y más ayudas, lo cual es magnífico...pero ¿de qué vale tanta ayuda cuando no sabes si tendrás los recursos necesarios y menos aún quien los gestione? ¿o es que se creen que es apretar un botón y el dinero llega a las cuentas bancarias? Así anda la gente caliente en la calle...

Lo de trabajar en Derechos Sociales se está convirtiendo en un suplicio. Los empleados públicos y técnicos están a punto de explotar. Reconozco que algunas veces he sido crítico con su labor, pero cuando te cuentan las miserias diarias que viven, no te queda más remedio que agachar la cabeza. Les pagan por ello, sí, pero no absolutamente todo, y menos el maltrato, es pago en esta vida…

Los políticos que les dirigen, les exigen procedimientos casi imposibles, porque los titulares mediáticos, para pompa y boato de quienes presumen, lo aguantan casi todo, pero la realidad de tramitar el día a día es otra. No hay trabajadores para gestionar tanta ayuda, y las 200.000 personas que las están pidiendo, no esperan (ni tienen por qué hacerlo), cuando alguien (los políticos) les ha prometido dinero fresco para llenar la despensa o pagar la luz y el agua.

Me cuentan, los propios técnicos, que reciben exabruptos diarios (me callo, por higiene, los adjetivos empleados) para solucionar lo que muchas veces bordea la legalidad o incluso es materialmente imposible. “Soluciona eso como sea, o te van a montar una en la calle que te vas a enterar”, le dijeron sin tapujos hace unos días a una administrativa. No sé donde están los Sindicatos, pero para una vez que se les necesitan, están tardando.

Pensándolo bien, en la consejería, podrían contratar como asesor al compañero Alberto Garzón, bobomierda especialista en hundirse en barcos como el Titanic o en poner en su boca lo que otros quieren decir, pero no se atreven. Así, podrían ponerle de “pelele guanajo”, para que aguante la estopa que les va a dar la gente, cuando vean que las ayudas no llegan...

 

 

Comentarios

  1. Asignatura de economía obligatoria desde 1 ESO. Así de mayores nadie sería engañado con la perritas, tanto la publicas como la privadas.
    Un saludo.

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