LA CHINCHETA. Los invisibles
Con la crisis, los invisibles se han vuelto visibles.
Me preguntaba por qué, de repente, vuelve a haber tanta gente necesitada de
comida, tanto cocinero (incluso de estrellas Michelín) preparando y donando
comida. ¿Hace tres meses no había comida? ¿había tanta gente necesitada? Antes
no, ahora sí. Creo que han salido a la luz pública “los invisibles”. Las
peticiones de alimentos se han multiplicado por tres.
Los invisibles, esos que ganaban el día trabajando de
casa en casa, sin contrato. Los “sin factura”, que se metían el dinero negro de
su trabajo en el bolsillo y a volar, la llamada economía sumergida. Con el
virus se acabó el trabajo, no hay cáncamos, no hay limpiezas de casas,
conclusión: no hay dinero, no hay compra, despensa vacía.
Nos pidieron encerrarnos en nuestros hogares, pero en
nuestro país, donde reina el trabajo informal y mal remunerado, hay miles de
personas que, si no trabajan un día, ese día no comen. Es aquello de “Me matan
si no trabajo y si trabajo me matan”. Son millones de caras anónimas, sin
contrato, que tienen que trabajar para poder vivir.
No es solo que haya actividades ilegales (drogas,
prostitución) ralentizadas o congeladas. El dinero negro ha dejado de fluir
también desde muchos negocios que se han visto obligados a parar. Me viene a la
cabeza el trabajo doméstico, muchas mujeres no van a poder justificar el cese
de actividad para poder recibir ayudas. Peluquería a domicilio, masajistas,
manicuras, cuidadores de niños etc. La economía sumergida es la fuente
principal de ingresos de miles de familias.
Contrataciones irregulares, como peonadas ocasionales,
mudanzas y montajes, recogida de chatarra o empresas de restauración que pagan
en negro, han cesado. ¿De dónde ganan ahora “los invisibles” para vivir cada
día? ¿Es ésta una oportunidad para destapar el fraude? sí, sin duda, pero ¿cuál
será el coste para los invisibles? De momento ya lo estamos viendo, no tienen
ni para comer....
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