LA CHINCHETA. Marrones y enfangados...

No es exactamente el pasodoble español que baila Australia Navarro, presidenta del PP en Canarias, que asegura que los Presupuestos Generales del Estado (PGE), nos condenan al paro y a la pobreza. Ni tampoco el suave Nocturno de Chopin que toca el presidente Ángel Víctor: “son una respuesta bastante incompleta al REF y espera que se mejoren”. No sé yo si envolverlos en la Folía del Lamento que entonaba ayer Fernando Clavijo.

No son ni grises ni negros, son presupuestos marrones y algo enfangados, como bulto sospechoso en taza del váter. Tienen un color marrón sospechoso. Realmente, los dineros del Estado con Canarias, se plasman en un documento trilero, al más puro estilo “toco mocho” y que en sí, no acaban de cumplir con las islas. Supuestamente son los presupuestos más expansivos, pero a la vez, los más endebles.  

Andan en la oposición con lentes tipo “culo botella” escudriñando cada línea de un malévolo documento de Excel. Total, para al final ver lo que todos suponemos: que estamos en el vagón de la cola. Somos de los últimos en gasto por habitante: solo 168 euros por canario, cuando el Estado está obligado, por Ley, a igualarnos con la media del país que se sitúa en 258 euros. Es obvio que alguien se está mamando nuestras perras. 

Nuestro Turismo, del que vivimos, está congelado. Somos la economía más castigada de todo el país por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia y así todo, nos rebajan la financiación respecto a 2018 y confían gran parte de los dineros asignados a recursos europeos, que ahora mismo están más pa allá que pa acá. Dependerá de los proyectos que presentemos y en todo caso si convencemos al Elefante de Bruselas. Entienden lo de presupuestos endebles ¿no?

¿Y qué hacer? Nada. Me da que ni Pasodoble Español, ni Nocturno de Chopin, ni Folía del Lamento. Cuando se apruebe el documento, o poco me equivoco (ojalá que sí), vamos a escuchar las risitas de perro pulgoso de catalanes y vascos, con las alforjas bien llenas. Y es que amigo, los presupuestos se compran a peso de voto y escaño. Como decía mi abuela: “tanto tienes, tanto vales...”