lA CHINCHETA DEL DOMINGO. Desde el otro lado...
Tuve que pasar este fin de semana por Los Gigantes, ya saben, esa maravilla de la naturaleza con sus acantilados. Y fue muy esperanzador observar como han abierto ya hoteles grandes, cafeterías a reventar, tiendas de ropa, a tope de gente etc. En definitiva, ver como la actividad económica, en un lugar turístico por excelencia, comienza a fluir de verdad.
Desde ese lado, también se podía ver el volcán de La Palma. El humo elevándose
al cielo en el atardecer, desde donde por cierto también había una preciosa
vista de la isla de La
Gomera. Y así son las cosas, en Los Gigantes veían actividad e ilusión, y al
otro lado, en La Palma,
se imaginaba uno (aunque yo estuve esta semana...), el auténtico drama que todos
ya saben y del que resulta muy triste escribir e informar.
El Ayuntamiento de Santiago del Teide, con su alcalde, Emilio Navarro,
más allá de cualquier color político, ha liderado una recuperación, como, de
hecho, están haciendo muchos otros alcaldes de Canarias. Son los alcaldes, con gorro de
alcalde y al lado de sus vecinos. A los que le tocan a la puerta los ciudadanos
para contarles sus problemas.
Por eso también todo el animo del mundo para los alcaldes
palmeros. No los nombro a todos, porque ustedes los conocen, y saben que, con
sus equipos en los Ayuntamientos, llevan días sin dormir, viendo como se
derrumban ilusiones y como las vidas cambian en cuestión de minutos. Si pudiéramos,
miles de canarios iríamos a La
Palma. Algunos querrán ir de vacaciones y a ver el “espectáculo”.
Yo iría simplemente a abrazar a todos los palmeros y palmeras, emocionado, como
me siento ahora mismo.
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