CHISME CHINCHETAS DEL CORONA BICHO. 

EL SILENCIO...
Hace unos días, camino de la farmacia, la sentí. La soledad más grande jamás sentida. La sensación fue la del momento previo al examen más importante de tu vida, el silencio, cuando no se oye nada y el miedo te atrapa. Parado en medio de la calle miré a un lado y a otro, y solo vi la nada. Parecía un mundo invadido por extraterrestres que, como en las películas, nos arrasaron y abdujeron. Y entonces lo pensé, me muero por salir a la calle, pero no sé cómo salir a la calle...
Y LA DISTANCIA...
Se me quitaron las ganas de salir una mañana cuando fui al súper. Los vecinos guardaban entre sí una distancia de cinco o seis metros. No dos metros, como aconsejan las autoridades sanitarias. Cinco, seis o más, por si las gotas al respirar. Me puse en la cola. A siete u ocho metros de quien me predecía. Mis vecinos de fila parecen las mismas personas de siempre, pero son otros. Parecen seres alienados con una sonrisa triste, tocando los productos con recelo, mirando a ambos lados. ¿Estaré perdiendo la cabeza? Puede...
DIME CUÁNDO...CUÁNDO...CUÁNDO
Así es como suena la canción de Pedro Sánchez que ha defendido que es “necesario” mantener el estado de alarma, aunque ya estemos cerca de la “desescalada”. Incluso ha confirmado que en 15 días volverá a pedir una nueva prórroga. O sea, 11 de mayo. Eso sí, aún no sabemos (no lo sabe ni el Gobierno) cómo vamos a “desescalar”, a ver si nos esriscamos...y como suele decirse “todo se verá...”, y a ver, quien sale de su trinchera porque un estudio realizado por la consultora Boston Consulting Group, que analiza las medidas de contención de distintos países de todo el mundo, ha estimado que España no podrá volver a la normalidad (y pronto me parece) hasta el 1 de junio en el escenario más favorable. Pero... ¿qué es la normalidad? buena pregunta...pero todo indica, como se suele decir en esta tierra que será: “poquito a poco”.
ALQUILERES...
Los primeros días del mes han sido una tortura para muchos trabajadores, empresarios, políticos y.…para muchos inquilinos que se enfrentaban al pago de su alquiler. Pero esta vez es diferente: la hucha va adelgazando y el coronavirus ha dejado quemados a buena parte de esos inquilinos, que no han podido pagar el arrendamiento. El Gobierno puso en marcha un plan de ayudas, pero muchos de esos inquilinos no pueden acceder a ellas, bien porque no cumplen los requisitos exigidos, bien porque no saben cómo solicitarlas o incluso porque ni se han enterado. Entre las prisas y el papeleo, las supuestas ayudas andan riéndose en el banco, y las facturas llegando. Para ésas no hay papeleo...
MASCARILLAS PARA TODOS...
Mientras, España entera se pregunta cómo se recomienda ahora el uso de mascarillas en la calle (el Estado va a repartir un millón de aquí al martes) cuando antes se dijo que no era necesario. Yo he visto hace meses ya, imágenes de científicos y directivos de la OMS, en comparecencias públicas con ellas puestas. No eran sanitarios cuidando pacientes, eran tipos con traje y corbata en ruedas de prensa. Créanme, pueden verlos en internet. Ellos, científicos, expertos, las han usado hace meses ¿y nosotros no?¿qué nos hemos perdido?
Y DE ALTOS VUELOS...
Y se ve que hasta para las mascarillas hay altos vuelos, y no me refiero a los aviones que las traen, sino a Carolina Herrera, la firma fetiche y soñada de muchas celebrities internacionales y sueño de muchos mortales de a pie, que se ha puesto a disposición el Gobierno para la fabricación de material sanitario durante la crisis. Ha adaptado su línea de producción de sastrería para confeccionar mascarillas y batas sanitarias. Lo que oyen, y es de alabar la intención de la firma, pero ya me cuentan que más de uno/a, se arrastrará por su mascarilla de Carolina Herrera. Increíble, pero hasta en las tragedias, sobrevive el glamour...

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