LA CHINCHETA. Los cuentos chinos...

¿Han ido ya a la farmacia a por sus mascarillas? Una por persona (mientras haya), a 0,96 céntimos. Regularizar el precio de las mascarillas, dice el Gobierno. A quien hay que regularizar es a los chinos.

A ver si nos enteramos de una vez: los que están especulando con los precios no están aquí, no son los empresarios (aunque siempre hay algún garbanzo negro), son los chinos. Sí, están especulando con los fletes de los aviones. Antes de la crisis, traer a España un kilo de mascarillas costaba 3 dólares. Cuando comenzó la crisis llegó a 8 dólares, y ahora cuesta 15 dólares. 4 veces más...

Y traer mercancía a Canarias cuesta más pasta. Iberia solo tiene un avión de cargo regular y encima, para reservar espacio, exige previo pago. Si el producto no llega desde China a Madrid a tiempo (lo cual es bastante probable) no esperan a nada, se largan sin la mercancía y cobran el flete pagado a Canarias. Todo un ejemplo de solidaridad con las islas. Pa perras son cómo “cochino pa cascaras”. Eso de que las mascarillas son una necesidad, se lo pasan por el refajo.

Echarle la culpa del precio de las mascarillas a los empresarios de aquí es una estupidez propia de algún batato. Están adelantando el dinero que otros no han puesto, a cambio de unos raquíticos beneficios, y atormentados con que el avión chárter no sale de China, llegó al destino equivocado o se rompió a medio camino etc.

Los primeros que nos ponen la pata encima son los chinos. ¿Cómo se regulan los precios cuando un empresario, de entrada, ya está pagando 15 euros el kilo, lo que antes valía 3? Usted paga a 0,96 la mascarilla. Las empresas pagan 0,45 de gastos en fletes, fiscales y demás. Y al margen hay que añadir el pago a intermediarios. ¿Dónde está el beneficio?  ¿quién pone el dinero para fletar aviones? ¿el Gobierno? No queridos míos, lo adelantan los empresarios de su bolsillo.

Por eso está costando tanto traer mascarillas, porque el chino nos tiene esclavizados a sus condiciones. Qué casualidad, que en la China Capuchina se ha desplegado en estos días una política de producción agresiva y brutal. Estos carajos, sí que saben dónde están las perras.