LA CHINCHETA. Encuentros en la tercera fase

El presidente Sánchez salió ayer por la TV, y a modo de bomba informativa (como los sábados...) nos contó cómo saldremos a la calle. Cuentan que se hizo el silencio de los corderos, los pájaros dejaron de cantar, dos naves extraterrestres decidieron volver a planeta base a propuesta del comité científico interestelar y los chuchos fueron a la esquina a exprimirse, de los nervios.

“Que la Fuerza le acompañe, Don Pedro”, musitaban por lo bajo sus asesores, manejando fases, provincias, islas y programas del corazón. Y entonces, se rompió el silencio, llegó la luz y sonó su voz, asimétrica y coordinada como la desescalada: “¿Dónde estamos, en la sub fase 1, en la semana 4 de la tercera fase, o en el nivel 2 de la pre fase inicial?”

El contenido de la charleta ya lo saben: 4 fases, de 2 semanas cada una, para estar, a finales de junio, en la “nueva normalidad”.  La Gomera, El Hierro y La Graciosa, antes. Don Pedro, que para eso tiene la linterna más grande, quiso iluminarnos el camino él mismo. Mandar a sus habituales ministros, que suelen comparecer para dar cifras de fallecidos o picos pandémicos, hubiera sido una temeridad. Aquí estoy yo, “por mis pistolas” pensó Sánchez bien arrecho y arropado por su equipo de Marketing.   

¿Transición a la “nueva normalidad”? ¿qué es eso, un viaje al Nuevo Mundo? Normalidades aparte, esto pinta a desescalar el Everest sin oxígeno y con una pierna rota. Si la gente no se enteró bien el domingo con el asunto de los nenes, ahora con 4 fases, que Dios nos coja confesados.

Hay mucha ambigüedad y demasiadas preguntas sin respuesta. “Ya se irá explicando” respondía una y otra vez Don Pedro a la canallesca de periodistas ante el terror de sus asesores. “Soy de Cuba (escuchaba ayer a un tertuliano opinando) y lo de Nueva Normalidad me suena muchísimo”. ¿Qué habrá querido decir el fulano?