LA CHINCHETA. Los Machos andan sueltos...
Encerrados en casa, pero sueltos para sus maldades. Lo leí de
pasada, entre tanta noticia pandémica, y me salieron los colores. En el fondo somos
lo que somos. Nos llenamos la boca abominando del maltrato a la mujer, con millones
de euros gastados en campañas publicitarias, para al final asumir, desde la más
cruda y puñetera realidad que Canarias encabeza las llamadas al teléfono de
ayuda contra violencia machista. Lamentable no es la palabra, es basura...
Sumidos en un drama, hemos dejado de lado otro: Canarias fue
la segunda comunidad en la que más mujeres, en proporción a la población,
llamaron al teléfono 016 de atención a víctimas de violencia de género, y
tiene que ver totalmente con este escenario. Encerrados y en plena crisis del Coronavirus, aparecemos
genuinamente retratados con una tasa que solo supera Madrid, que casi nos
triplica en habitantes. La cifra más alta de los tres últimos años y casi un 11
% más que en el mismo mes del año pasado. ¿Qué pasa? ¿en 2019 había menos
psicópatas obsesivos?
Traducción: los sinvergüenzas (ya muchos lo habíamos
advertido) se han aprovechado del confinamiento para ensañarse más aún. O
incluso se han destapado, como algún caso que conozco, después de años en el
congelador. Estas frías y pestilentes estadísticas hieden a sudor y miedo y
jamás podrán reflejar el dolor y el terror de ser acosada por el macho de
turno. ¿Cuándo diablos vamos a entenderlo? ¿en la otra vida, a la que algunos
han mandado a sus parejas?
Un no, es un no, y si te dicen que no, te metes el rabo entre
las piernas y te vas por donde has venido con la zanahoria bien agarrada. ¿Es
tan difícil entender que la condición de “Macho Camacho” no proporciona la
medalla al valor o la posibilidad del “ordeno y mando” a base de maltrato?
Cuando lo entenderemos...siempre llegamos tarde, y en Canarias, más aún. De
pena.
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