LA CHINCHETA. Zambudio, y una Auditoría tiznada...

Le dijo la olla al caldero: “no me tiznes compañero”. Algo así debió pensar Maite Zambudio, concejal en Santa Cruz de Cs, cuando ayer, tomando el primer café, alguien le pasó el periódico El Día.  El autor del informe privado de fiscalización de la Sociedad de Desarrollo, que exhibió el día anterior cual especie protegida, ante los periodistas, estaba firmado por un auditor externo, Antonio Martos, que lideró una supuesta trama de comisiones y blanqueo en ayuntamientos catalanes.
La Auditoría tiznada de Zambudio...
El segundo zambombazo de la mañana le llegó a la concejal en medio de una entrevista en Radio Club Tenerife, con Puchi Méndez, balbuceando cuando le preguntaban, si el fulano había estado en la cárcel. Ella insistía en que no había sido imputado por delito alguno y que había que llamarlo “presunto”. Fue entonces (vaya momento) cuando el compañero Humberto Gonar (El Día) le pasa el enlace de una noticia a Puchi y ésta se lo lee en antena a la Zambudio. ¿Qué decía ese enlace...? pues que el Juzgado hacía público, que el tal Martos, había depositado una fianza de 150.000 euros para salir del "trullo". Y Entonces el abismo se abrió bajo Doña Maite y temblaron las ondas de la Radio...Sí, el “presunto” corrupto, había estado detenido en prisión.

Buena cabeza para un caldo de pescado. Y con ese “sancocho” se iba a ir, la buena de Zambudio a la Fiscalía. Lo que no sabemos es si sabía quién estaba removiendo el caldero o si se la colaron en la olla. Porque la Auditoria fue encargada a una empresa de Tenerife, pero fíjate tú que aquí no tendremos auditores y, casualmente, fue el tal Martos, llegado de allende los mares (con la bomba-lapa que escondía), el encargado de hacerla. Sorpresas te da la vida....
El "presunto" Martos

Con la que está cayendo en Santa Cruz, yo me hubiera pensado apartar del fuego esa auditoría, fabricada por un elemento investigado por delitos de organización criminal, malversación, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, amaño de concursos y fraude a las administraciones. Ahí es nada amigo, la Cueva de Alí Baba se quedó pequeña. Buen zorro para cuidar gallinas...y firmar auditorías.  

Más de uno le ha cogido el gusto, al “calufo” del verano, a activar ventiladores sacados de un “mierdero” (certero palabro colombiano). El ventilador de la Zambudio debe ser de esos viejos de doble aspa y me da que de repente le empezó a soplar al revés, aventando el tufo en su dirección.  Y es que ya se sabe, las auditorías, como las escopetas de feria, las carga el diablo, con olor a azufre y un sospechoso color tiznado.  




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