LA CHINCHETA. Gente
corriente...
Necesitamos más gente corriente, lejos de la imbuida soberbia
de los Dioses. No conozco a Conrado Domínguez, nuevo director del Servicio Canario
de Salud (SCS),
de nada. Nunca he estrechado su mano, ni siquiera le he saludado de lejos, y créanme,
por sus primeros gestos me parece un tipo decente...gente corriente. Llego hace
10 días al cargo, contra viento de una parte del PSOE y marea Podemita de otra, y ya ha encaminado uno de
los más graves problemas de la Sanidad Canaria: la terrible huelga prevista de Médicos Residentes.
Recordarán que no lo querían, porque decían que no les caía bien
y por su vinculación a CC
y a la Sanidad Privada, y estuvieron a punto de reventar su
nombramiento. Pero el bueno del Presi Ángel Víctor no tragó el sapo, para disgusto de algunos
y alguna, y confió en Conrado.
No le quedaba otra. “Déjenlo trabajar” dijimos unos y otros. Ha
llegado y ha parado una huelga salvaje de médicos, en medio de una pandemia.
¿Saben por qué? por su credibilidad y confianza. Eso que tarda años en ganarse
y se pierde en un minuto.
Domínguez, además, se ha “arrayado un millo”
proponiendo a una pieza clave, la nueva Directora General de Programas
Asistenciales. Le quedan bastantes calderos al fuego. Tiene bajo la lupa a las Gerencias
de los Hospitales de referencia (dimitió el del Dr. Negrín, el
exconsejero Jesús Morera,
absolutamente contrario a su nombramiento), y en el HUC tendrá que
echarle una buena pensada y sacar la Perica o incluso el 3 de Bastos, porque ese
movimiento es Envite mayor.
Y a todo esto añádanle la situación de la Pandemia: tener
listos los recursos para los rebrotes, atender a los colegios, falta de personal
sanitario etc. La realidad es tozuda y acaba poniendo a cada uno en su sitio.
En Andalucía, también
han tenido que tirar de gestores del anterior Gobierno del PSOE, para encaminar la
situación. Conrado
Domínguez, fiel a su estilo, no convoca comparecencias mediáticas
para anunciar las soluciones, no sale casi en fotos.
Simplemente, me cuentan, a la luz de su lamparita, encaja un
complicado Puzzle hasta la madrugada. De forma discreta, pero eficiente, con la
confianza del consejero Blas
Trujillo, hace su trabajo, si le dejan trabajar. Lo dicho, gente
corriente...
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