LA CHINCHETA. Una ruindad
(y otra crisis) más...
Debo ser un alma cándida, me he perdido algo, o las dos cosas a la vez. De mi paso por el Gobierno de Canarias, aprendí que cuando un asunto va a un Consejo
de Gobierno, sobre todo si es un nombramiento, va totalmente consensuado y ratificado.
Lo de ayer, fue una vergüenza.
Después de 14 meses y 3 antecesores en el cargo, el bueno del
Presi Ángel Víctor,
intentaba ayer acabar con las zarandajas políticas, los colores partidistas y,
con criterio técnico, poner al frente del SCS, a la persona que siempre debió
estar: Conrado Domínguez.
Y digo que lo intentó, porque el asunto
se quedó sobre la mesa hasta esta tarde. Al parecer, las reticencias de Podemos, e incluso de
un sector del propio PSOE,
empantanaron el nombramiento de Domínguez, un magnífico gestor, apreciado por todo
el personal, cuyo único delito, parece ser, es haber estado ocupando ese mismo
puesto en el Gobierno de Fernando
Clavijo.
El Sr. Domínguez,
es hoy por hoy el único tipo que, tal vez con suerte, talento (y si le dejan
trabajar con sentido común), sería capaz de enderezar una situación que nos
esta machacando. Por eso lo de ayer, más allá de una mezquindad, es un ataque
miserable a la sanidad canaria, que debe estar por encima de todo.
Me contaron que ayer se escucharon exabruptos estúpidos,
como: “este tipo es de CC y no nos cae bien” o “es que está
vinculado a la Sanidad Privada”. Carajo,
fíjate tú que bien, quienes hemos tenido la desgracia de trabajar para la empresa
privada, ya no podemos ejercer cargos públicos. Oiga, pura democracia ¿eh?
Curioso, un Gobierno Canario, obligado a pedir agua por señas
y que ahora intenta rescatar a un “Mirlo Blanco”, a propuesta del propio
presidente, que encima es cuestionado antes de su nombramiento, en el propio
Consejo y por gentes de su propio partido. Si es que debe ser buena gente y comprometido el tal Conrado, otro
cualquiera se hubiera largado corriendo y avergonzado...
Ahora, si es que al final el Presi Ángel Víctor, pone
los pirindolos sobre la mesa, y hace valer lo que tiene que tener un presidente
para nombrarlo, tendrá Domínguez
que hacer frente a una ola de contagios con casos superiores a los
200 cada día. A ver si no la “cagan”, usan el sentido común y lo dejan trabajar.
No tiene una varita mágica, pero me consta, que se va a dejar la piel, la piel
de verdad, y no esa piel fina y babosa, que ayer exhibieron algunos batatos
impresentables, que intentan boicotear su nombramiento porque no “les cae
bien”. Conrado,
que la Fuerza te acompañe...
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