LA CHINCHETA. ¿Dónde está Podemos?

¿Ustedes los han oído por algún sitio? En Canarias parece que se los tragó la tierra. Quitando el asunto judicial del Diputado Nacional, Alberto Rodríguez (el “Rasta”), sus tiras y afloja por aquellos incidentes de La Laguna, y la opereta de elección de Laura Fuentes como nueva Coordinadora General, poco más se sabe de esta gente en un momento muy delicado.  ¿Aló...oiga...está Podemos por ahí?

En los Presupuestos del Estado para Canarias, ni mugen, ni crujen. A pesar de llevar los Derechos Sociales, con la consejera Noemí Santana a la cabeza, nada que decir al asunto de los 30 millones del Plan contra la Pobreza en Las Islas, que el Estado ha excluido (de momento) y lo ha dejado para la negociación política. Bonito ¿eh? Los paladines de los más desfavorecidos, sin apenas nada que decir...

Con la llegada de inmigrantes...desaparecieron desde el minuto uno. Ni una crítica al Estado, nada que decir sobre la situación miserable del “muelle de la vergüenza” en Arguineguín. Nada por aquí, nada por allá. Se han puesto de perfil, no sea que el Macho Alfa de Madrid les llame la atención por sacar las patas fuera del tiesto. “Que me siento en el mismo Consejo de ministros con Escrivá y con Marlaska, chavalas” les habrá dicho “Robin Hood” Iglesias.  

En la debacle del Turismo, ni estaban, ni se les espera. De puertas pa fuera cierran la boca. De puertas pa adentro ronronean que nuestro modelo turístico es un invento de CC, para favorecer a unos cuantos amiguetes empresarios, con lo cual, mejor sulfatar el asunto, como todo lo que huela a los Nacionalistas, y, de hecho, alguno, en su círculo íntimo ha soltado perlas cultivadas del tipo: “cuantos menos turistas vengan mejor, que son dañinos para el medioambiente”. Cuanta sabiduría...

Y así pasan los días sus Señorías Moradas, pendientes de sus guerrillas internas, de los cargos públicos que se les mandan a mudar (como en La Gomera), y del chocolate del loro. Son las cosas que tiene tocar el poder. Si lo pillas con hambre, puede llegar a confundirte, como la noche. Y a mí me da igual, pero me temo y es que atufa ya por las esquinas, que sus votantes andan con la mosca tras la oreja y el cuchillo entre los dientes.