LA CHINCHETA. Sombrero de 2021...
Les confieso que hoy iba a escribirles sobre la polémica en el Ministerio de Sanidad. Que si Salvador Illa se va por las elecciones catalanas, que si la ministra canaria, Carolina Darias le va a sustituir, y bla, bla, bla...pero me aburre, con una desidia ya cansina. Por eso me largué a dar vueltas por La Laguna...a ver sombreros.
A pesar de ser gomero, por La Laguna ando, donde dicen que “lagunero,
pan de a cuarta, come rabo de lagarta”, para referirse, supongo, a lo
rácanos que son los moradores de la Ciudad de
Los Adelantados. Dicen que los gomeros de Agulo, tampoco “pasean” mucho la cartera. Vaya
mezcla amigo....
Y así, ayer tarde aparqué mi moto cerca de la calle La Carrera, donde un Guindilla Lagunero, sin sombrero, (esos sí que
son “rabo de lagarta”) me acechó a ver si dejaba la rueda mal puesta en
raya amarilla. Certificado el visto bueno de la Autoridad, enfile mis pasos
pasando por debajo de Alcaldía, de donde
salían humos de Año Nuevo. Qué se estaría cocinando...
Y me dejé caer por aquellas benditas calles, donde las miradas de los comerciantes parecían telas de araña. Me probé sombreros de 2021 en la tienda de Víctor Núñez. En muchos comercios hay buenas rebajas para quien compre hasta hoy mismo. Cerca de la Catedral me mandé un “Lagunero”, y un tolete que iba en patinete eléctrico, hablando por el móvil, casi me atropella.
Pensando en 2021 pasé por Calzados
Juanito, siempre incombustible, y volví a ver Borrella cerrada, con su escaparate forrado
y sucio, con tristeza, porque ahí, como tantos otros, fue donde me compré mi primer
traje. Más allá, vi en varias jugueterías como el Baby
Yoda, le ha "comido la tostada" totalmente a Tintín, la edad no perdona...
Me decían los comerciantes que 2020 ha sido el horror, pero
que tienen esperanza de sobrevivir. Los que están abiertos me decían eso: “ya
hemos visto a demasiados cerrar, hay que sobrevivir”. El tejido comercial
da de comer a demasiada gente. Dejamos 2020 con un Virus que no ha hecho
prisioneros, un año que jamás se borrará de nuestras vidas.
Un año, como leía ayer, en el que es como si sales una mañana
a cruzar la calle, miras a un lado, miras a otro, avanzas y te atropella un
submarino. Que el próximo año del señor de 2021 hunda al submarino, nos deje ser
normales, abrazarnos y besarnos sin mascarilla. Ni se imaginan cuánto les
aprecio, Chincheteros, Feliz Año Nuevo...libre de Covid, espero...
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