LA CHINCHETA. Los más pobres...de los pobres
No sé si toda esta miseria de la Pandemia, nos ha dejado claro algo que llevamos oyendo hace ya décadas como el que oye llover, con la más absoluta de las indolencias. No hace falta ir vestido como un desgraciado, no tener un techo bajo el que guarecerse, o ser pobretón a la vista para pasarlas canutas hoy en día. Incluso se puede tener un trabajo, y el salario, no da para cubrir las necesidades básicas.
La vida sigue igual. Canarias
es la Comunidad con más población vulnerable de todo el país. La Encuesta de
Condiciones de Vida del INE, sitúa al Archipiélago como la región con
más ciudadanos entre el 10% más pobre de España.
Según estos datos, casi una quinta parte de nuestra gente sobrevive con menos
de 509 euros al mes por cabeza.
Unos 6.100 euros al año para pagarlo todo. Comida, agua, luz,
hipoteca o alquiler, colegios...y esa interminable lista con la que cada noche
tienen pesadillas miles de personas. Por encima de las Islas solo hay un
territorio, una ciudad autónoma, ni siquiera es una comunidad: Ceuta. Somos los más pobres, de los pobres.
En Canarias existen 16.000 hogares con situaciones de infravivienda: chabolas, barracones, caravanas desvencijadas donde malviven familias, cuartos prefabricados, cuevas, habitaciones en azoteas o garajes. Y me consta que la empresa VISOCAN (Viviendas Sociales de Canarias), sus trabajadores, lo están dando todo, para en medio de la miseria en la que estamos, buscar hogares bajo las piedras, para los que no tienen ni techo.
Hace unos días vi que compraron 11 pisos en Los Realejos, con fondos del Estado, para familias en emergencia social, y
en colaboración con el Ayuntamiento. Es lo que toca, arrimar el hombro entre
administraciones, de manera conjunta. En camino, me cuentan hay 50 viviendas más. Siempre serán pocas, pero es así, hay que ir techo a techo, sumando
hogares.
Porque al fin y al cabo es lo que deseamos: “salud,
algo de comer y un techo...”. Luego hablamos del alto número de familias
desestructuradas en Canarias, o que
somos la Comunidad con más divorcios del Estado.
No sé por qué, pero la pobreza siempre se acaba comiendo el mucho o poco amor que
dos personas pueden haber sentido, el uno por el otro. Menos mal que cada mañana,
vuelve a salir el sol...
Que triste e injusto que unos tengan tanto y otros tan poco.
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