LA CHINCHETA DEL DOMINGO. Calabazas...y calabazos
Cuando yo era chico, nos mirábamos de reojo antes de que dieran las notas, y más de uno hacía el cálculo de las “calabazas” que se iba a llevar. Al que se llevaba más (alguno cargaba un saco), le decíamos en plan ruin que potaje no le iba a faltar. Y salía cariacontecido, casi lloroso, esperando el estampido al llegar a casa.
Yo este año, ya tenía las mías, preparadas para mis alumnos,
alineadas en la finca de mi padre, como pueden ver, pero ya da igual, con la
nueva Ley nadie va a repetir. De hecho, aunque no vayan a clase van a pasar de
curso. España
es el país de la Organización
para la Cooperación y Desarrollo, con más repetidores de curso en la
ESO. La tasa española cuadriplica la media internacional. El 22% de los
jóvenes españoles de entre 18 y 24 años ni estudian ni trabajan, gandulean...
¿Qué tenemos un país lleno de calabazos? Nada, quitamos
los exámenes y adelante. Total, a uno le da por pensar que el objetivo está claro,
cuanta menos cultura más borregos. Me da que la estrategia del Gobierno ha sido
abaratar el paso de curso, quitar los exámenes extraordinarios y permitir
promocionar con suspensos. Es un error de concepto: como pasan de nivel parece
que saben más, pero el problema se enquista, crea más desigualdad, con gente
cada vez menos preparada.
Tampoco hay muchas expectativas. Los jóvenes ven desde
temprano que su futuro estudiando es el mismo que sin estudiar: paro, precio de
alquileres inmensos y sueldos ínfimos. Reducir la tasa de repetición bajando el
nivel de exigencia y facilitando la promoción es el atajo fácil, es una forma artificial
de disminuir el fracaso escolar, pero el problema, la falta de aprendizaje de muchos
alumnos sigue ahí. Ahí estamos viendo los resultados del reggaetón...
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