LA CHINCHETA DEL DOMINGO. Nos vemos las caras...

El próximo jueves ya no habrá que llevar mascarilla en la calle, lo ha decretado el Estado. De hecho, ya se veía a mucha gente que la llevaba colgada de la oreja, como un pendiente. No sé cómo lo verán ustedes. Por lo menos le veremos el “careto” a los indeseables, con los que no queramos cruzarnos, y así nos cambiamos de acera para no olerles su tufo a mal rollo y otros vapores...

Veremos quien se la quita de golpe, quien de manera tímida la lleva de lado, y quien no se la quita porque ya forma parte de su cuerpo. Lo cierto es que España se suma así al comienzo de una desescalada en la que Europa ya avanza hace tiempo (en Dinamarca han suspendido todas, sí, todas las restricciones), y veremos en qué acaba todo esto.

Algún avispado estará ya pensando que en unos meses puede montar el Museo de la Mascarilla, con variopintos artilugios, que durante años han cubierto (y seguirán cubriendo) nuestros morros. Elegimos modelitos de ellas al comprarlas, estuvieron a precio de oro, la lavadora se asustaba a verlas y los más hipocondriacos y fumadores llegaron a taladrarlas para meter el cigarro.

Las mascarillas, obvio se seguirán manteniendo en espacios cerrados. Quitarlas ahora en exteriores y volverlas a poner en unos meses, sería ya un cachondeo. Lo curioso es que el Congreso, hace una semana prorrogó su uso, y ahora el Gobierno dice que no. No hay quien lo entienda. En fin, debe ser un asunto poético, llega la primavera y será con nuestras sonrisas.

En el fondo, ya era tan claro el clamor en el ámbito científico sobre la inutilidad de esta medida, y todo ello unido a que otros países europeos con más incidencia que España, en estos últimos días, habían decidido quitar la obligatoriedad de las mascarillas en el exterior, que comenzábamos a hacer el ridículo. Pues eso, afinen las sonrisas, lustren labios y dientes. El jueves nos las regalamos...

 

Comentarios

Entradas populares de este blog