LA CHINCHETA DEL DOMINGO. La mano que mece la cuna...

Hoy es el “Día de las Madres”, vilipendiado por muchos al considerarlo un día comercial, destinado a regalos y a almuerzos familiares ruidosos. Dejen todo eso y vámonos al fondo, que se mueran las formas. Mami, Madre, Maa... o La “Vieja” (cada uno elige) es la mano que mece la cuna. La mano que te agarra al nacer. La primera caricia de mujer.

¿Han visto el emoticono de la hormiga, en el Wasap? ¿Con las patas delanteras empujando...? ésa es mami, siempre detrás, siempre empujando, siempre al acecho del animalito/a que llevas dentro. ¿Quién te puso el primer pelele? Mami. ¿Quién te dio la primera nalgada? Maa... ¿Quién te hizo el caldito por la mañana, cuando llegaste dando tumbos del colocón supremo de la noche anterior? La Vieja.

Las madres, siempre acechando como las águilas, que tienen hasta visión lateral. Artistas en calmar a Papá, cuando venían mal dadas. Artistas para llegar a fin de mes cuando faltaba de todo. Artistas para abrazarte de noche, cuando el día fue malo y hasta la piba se embroncó contigo. Genio y figura para encenderte la luz en la mente, cuando ya tenías un pie en el oscuro abismo.

Madre solo hay una. Y hasta cuando te pegaba con la chola, te ibas a la esquina como perro apaleado, no por el cholazo, sino impactado por su reacción: “mami, la buena, la cariñosa, me dio un cholazo”. Dolía más eso, que el golpe. Madres, capaces de convertirse en las peores enemigas de quien intentara atacarte. Capaces de suplicar, y arrastrarse por ver una sonrisa en tu cara, tragándose ellas el sapo de la amargura.

Las Mamis: el refugio a prueba de todo, la “habitación del pánico” donde vamos cuando todo se derrumba. No, no es necesario un día especial para decirles que no mecen la cuna, sino el mundo entero. Hoy no es necesario ni un regalo. Es justo y necesario (como dice el cura...), que saquemos nuestra mano, agarremos, y no soltemos, la mano que un día apretó la nuestra al nacer, con la promesa eterna, de que ya nunca la soltarían.