LA CHINCHETA DEL DOMINGO. “Control Aleatorio, caballero...”
Volvía el hombre (así lo escuche yo mismo en la trapisonda que se formó...), de Italia (que no de El Congo o de Indonesia), y al elemento, cansado y con ganas de pirarse a casita pronto, van y lo paran en un control para temas del COVID en el Aeropuerto del Sur. “Control aleatorio, caballero...”, le espetaron dos tipos con cara de panzaburro, “...para ver si tiene las vacunas puestas”.
“Nada que objetar”, aseguró el señor, entre agotado y
cariacontecido, y se atrevió a musitar: ¿leen ustedes el BOE?, lo digo
porque los controles se terminaron, a no ser que sea un país muy especial con
medidas muy restrictivas”. Los controladores vacuneros, se miraron entre
indolentes y fanfarrones y dijeron: “Nosotros hacemos algún control
aleatorio cuando queremos, y le ha tocado”.
Y para qué fue aquello: el tipo se encabronó y pidió que le
sacaran la normativa que le obligaba al asunto. Los “mondos lirondos
aleatorios”, buscaban nerviosos revolviendo carpetas y mirando el ordenador.
Subía la temperatura, mientras el caballero aseguraba que, si no le enseñaban la
normativa, se mandaba a mudar. Que él era de La Laguna, zona protegida, y que no perdía
más el tiempo.
“Miren a esta cola, a esos grupos de amiguetes que
vienen de vacaciones, con dos copitas de más, mírenlos dándose besitos y
abrazos, controlen a esos, carajo, no a mí, que vengo de trabajar...”, señalaba el señor, cada vez más
cabreado. Y no le faltaba razón al tipo. Cantando La Traviatta, entraron
los fulanos, rumbo a la garimba, sin control alguno. Yo creo que ya está bien
de tanta majadería.
Bastante mal lo hemos pasado para estar ya con pérdidas de
tiempo y boberías varias. Que los de seguridad (que les pagan para eso), hagan
controles “aleatorios”, vale, pero que se los hagan a quien haga falta,
no a gente que viene de trabajar y de países sin restricciones. Al final, el
tipo enseño sus vacunas (jurando en arameo), y por no liarla más, se mandó a mudar,
eso sí, gritando: “Infórmense antes de venir a trabajar, y lean algo...gandules”.
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