LA CHINCHETA DEL DOMINGO. A tiro de beso…
Puede ser a tiro de flecha, de lanza u otras ruindades, por eso es mejor estar a tiro de beso. Y en política es lo mismo. Es mejor estar a tiro de beso, que de broncas, que incomodan sobre todo a los ciudadanos. Aunque no suele ocurrir, funcionan más a tiro de trifulca de taberna. Por eso, mejor a tiro de beso. El besito siempre ha sido bonito.
El beso en los labios al estilo años 20, u otras cosas más profundas que mejor ni hablar, que esto se está calentando como algunos andurriales políticos. En política hay besos guapos y feos. CC y PP por ejemplo se están dando un “piquito”, bien pegaditos y a tiro de beso. Gomeros y el Herreño besan en el cachete, que eso es bonito también. De los besos feos mejor ni hablar, que vienen una elecciones generales, donde van a volar los cachetones.
Porque en el fondo lo importante es estar a tiro de
beso. Y si les gusta el beso mejor que sea rumbo sur y por la espalda hasta
llegar hasta la cuarta dimensión donde la línea recta no existe, donde se abre
el abismo y mejor con curvas donde la realidad pierde su sentido y sales casi
de la vía láctea hasta perder el control de la nave.
Estar a tiro de beso es a milímetros y no se mide,
como en política, se mide a milímetros. Lo importante del tiro del beso es la
intención, como todo en la vida. Amar en tiempos revueltos nunca fue fácil.
Pero si es a tiro de beso hay un matiz especial: el cariño y la dulzura. Entre
el tiro del beso y la política me quedo con el beso pero es verdad que la
política y el tiro del beso suelen ir unidos. Ya lo veremos. Si hay Dios seguro
que entiende de emoción pero ya saben, a tiro de beso. Sacos de besos y
camiones llenos. La vida es un beso, créanme
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