LA CHINCHETA DEL DOMINGO. Cosas Veredes...

“Cosas que vosotros no creeríais”, decía el replicante de Blade Runner. Un barrio completo de SCTFE, el suroeste, con 50.000 personas que casi se quedan sin agua por el incendio, o Antonio el Cenizo, un octogenario con puntería suficiente para apedrear un helicóptero y acertarle en el rotor de cola o bulos infames como la mala comida que se le daba a los bomberos...como decía Don Quijote, “cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”

Parece que llevamos largo tiempo en este Gobierno Canario de Nacionalismo, Derecha, trufado de aires gomeros. El primer Consejo de Gobierno fue el 17 de julio, con lo cual llevan 35 días de gestión, 5 semanas, a las que habría que medio borrar los 11 días de un incendio que se ha comido la moral de los más duros. Cosas veredes...con un Debate de Investidura, para gobernar España, que no servirá para nada. Vamos a nuevas elecciones.

Cosas veredes, como que un prófugo, condenado por la justicia, agitador con el bolsillo bien repleto por un sueldo europeo, lleve en su mano las llaves de gobernar este país. Un país de pandereta, que funciona, a base de fiesta y bronca, que es risible y del que se puede satirizar con facilidad. Incluso se pueden ver burros (no he dicho políticos), volando.

Queremos La Paz, y no La Guerra, como bien escribía León Tolstoi en su inolvidable “Guerra y Paz”, pero aún no hemos encontrado la luz de una serenidad que nos hace falta a todos, a mí el primero. Amar y Vivir, es lo que querríamos, pero a veces vivimos presos de lo que Adolf Hitler describía como la “Ira Escarlata”. Te sube por la garganta y te come. Cosas veredes...

Se avecina septiembre, mes de las calmas, que mezcladas con dosis de cariño, hacen un coctel, del que vamos a regalar unas cuantas botellas al Presi Clavijo, al Vice Domínguez y al Gran Lagarto Gomero, Casimiro. A Narvay el Herreño también, no se me vaya a quedar con sed de amor. Incluso al líder de la oposición, Ángel Víctor Torres. “Dame tú el valor que tengo miedo”, canta Alejandro Sanz. Pues eso, que nos den valor, porque si no miedo, sí preocupación por el futuro. Ya ven, cosas veredes...