LA CHINCHETA DEL DOMINGO. Échense una papa...

Esta semana pudimos ver la noticia de que 200 toneladas de papas, sin plaga, llegaron a Canarias desde Reino Unido, para paliar la carencia que estábamos teniendo de tan delicioso tubérculo. Además de turistas nos mandan papas. Así cuando lleguemos al súper y veamos los precios, no diremos aquello tan canario de “ños” o lo otro de “fos”, papas de Egipto. El resto viene de Israel, que no están ahora para papas... 

El Ministro Marlaska, con sus dos aviones para detectar cayucos, que se eche una papa británica, africana no debe quererla mucho. Si uno de esos aviones detecta un cayuco ¿qué hace? ¿Le manda un mensaje para que se dé la vuelta? Bonitas esperanzas. Al Ministro, aquí le preparamos las papas al gusto: fritas, arrugadas, guisadas o en buen asado gomero. Papas siembras, papas recoges. Desidia siembras, desidia recoges. Amor siembras amor recoges. 

Dicen que hace unas semanas vieron a unos malandros acechando fincas para mamarse las pocas papas de la gente de aquí. Uno se metió en una de ellas y cuando trataba de salir con un saco, se encontró el perraco, dueño y señor de la propiedad, que le metió las papas en el corral. Parece que en el centro de salud, lo encontraron boca abajo con las posaderas al aire y una buena mordida. Ése, ya no vuelve a jugar con papas ajenas. 

Que se manden una papa también los que gestionan las terminales de los aeropuertos de Tenerife (se llaman AENA), como cajas de fósforos. Parece mentira que uno de los aeropuertos más rentables de España (el de TFE Sur) esté hecho a base de remiendos. Del de TFE Norte, ni hablamos, en hora punta parece la 015 de TITSA, subiendo a reventar por la autopista.  

Podríamos seguir colocando papas y papas, pero sería la historia interminable. En papas de política ni entro, que ellos se las guisen y que ellos se las coman, pero que gestionen bien sus papas (que son las nuestras), que siempre hay un Tito Berni en la caja de papas. En fin, échense una papa. Si la consiguen de por aquí, y son “yema de huevo”, agárrenlas bien. Fuerte un manjar...